sábado, 2 de junio de 2012

Solo Amigos - Capitulo 10



Capítulo 10 –  Reencuentros y Peleas.

El ruido del teléfono me sacó de mis pensamientos, sin pensarlo dos veces corrí y atendí

— Bueno — dije más ansiosa de lo normal y escuché su risa.

— Bella… — sonreí

 — ¡Jake!  — grite y  el rio — ¿oh vienes para acá? — pregunté ansiosa

   Hola Bella, estoy bien tu sabes, nada me pasó todo sigue igual — se burló y volvió a reír.

   ¡Qué gracioso! — bufé —  ¿vas a venir?

   ¿Ansiosa?

   ¡Oh vamos!, déjalo pasar, no tengo que ser perfecta  — contesté pero aun así me sonrojé.

   No — susurró.

   ¿Bueno  si  vienes o no?

   De hecho estoy con Paul y Seth — escuché un ‘Hola Bella’ por el celular — los chicos te mandan saludos.

   Yo igual.

   Realmente creo que esta chatarra no da para más — murmuró.

   Idiota — bufó Paul.

   Que mal — contesté sonriendo— pero diles que pronto iré a jugar futbol contra ellos— él rio.

   ¡Es un trato, quiero revancha! — gritó  Paul por el auricular.

   Oh si, les volveremos a ganar — dijo Seth y yo reí, al parecer estaba en altavoz.

   Tu cállate Seth, te juro que les ganaremos esta vez.

   ¡Como si pudieran vencerme, soy el más ágil de todos!

   ¡Solo eres un niño flacucho!  — escuché la conversación divertida.

   Bueno chicos, basta ya — dijo Jacob algo enojado —despídanse chicos.

   ¡Adiós Bella! — gritaron al mismo tiempo.

   Adiós — contesté aun sonriendo por sus tonterías.

   Si supieras cuanto hablan de ti, te extrañan  como si nunca vinieras.

   Pronto iré — prometí.

   Claro, tu siempre eres bienvenida — sonreí.

   ¿A qué horas vendrás?

   Bueno, espero terminar esta chatarra pronto, pero lo dudo. Tal vez no la termine, pero me iré como a las tres o cuatro 

   De acuerdo — suspiré.

   ¿Quieres que compre algo de cenar?

   Por favor.

   Bueno, entonces nos vemos, hasta luego Bella

   Hasta luego — colgué.

Salí de nuevo y tomé mi libro entrando, me senté. Las horas pasaron muy rápido,  gracias a Dios Jacob llegó.

   ¡Entrega a domicilio! — gritaron y corrí hasta ella riendo.

   ¡Qué tonto eres! — abrí la puerta y sonreí — ¿terminaste lo de Sam?   asintió.

   Seamos realistas esa cacharro no pasa de esta semana, es más viejo que tu troca y eso es casi imposible — le golpe el brazo — ¡auch! eso dolió.

   No la ofendas.

   Perdón — susurró pero sonó más sarcástico que nada, entro como si nada y se sentó en el sofá —  ¿Qué veremos hoy?

   Guerra de los mundos.

   Sabes hay que dejar de hacer esto… — lo miré asustada —  no Bella, no malentiendas, quiero estar aquí, pero siento que te aburre que solo venga me acabe tu refrigerador y veamos películas.

   Yo estoy cómoda con eso — sonreí sinceramente.

   Sí,  yo igual. Solo que pensaba que a ti te gustaría salir a divertirte ya sabes cómo las otras chicas.

   Pero yo solo quiero ver la película.

   ¿Y si te invitara al cine o no sé el parque irías? — pregunté de lo más normal pero sus manos jugando con los dedos lo delataron.

   Claro, ¿Por qué no? me recargue en el sofá — así tu pagarías y te acabarías la comida de los demás  y no la mía.

   Perdón.

   Es broma Jacob, come todo lo que quieras. Charlie ya casi no come aquí y yo no como mucho digamos que la comida puede estar ahí durante meses, así que da igual, eres como de la familia — me recargue en su brazo y pulse play — ¿Así que cuando vamos al cine? — lo miré y Jake estaba sonriendo.

   Estoy libre cualquier día – sonrió —  ¿Qué te parece si vemos esa película nueva de Megan Fox?

   Dios, si vas a ver a tu novia no me lleves  — me volví a recargar en el sofá, pero al parecer eso le molesto y con su brazo me jaló hacia él.

   NO, no no, tu aquí — me sonrió y me sonroje — ok ¿vemos esa de zombies?

   Si eso está mejor — ambos  no callamos cuando empezó la película.

Jacob  me hizo olvidar el mal rato, la semana paso volando lentamente, no hubo mensajes, ni llamadas ni nada de Edward, era como si la tierra se lo hubiera tragado, solo Alice me había dicho que el próximo viernes era noche de chicas, pero era hasta la otra semana, pero nada más, después tampoco supe nada de ella.

Jacob venia ahora más seguido, obviamente notaba la falta de Edward pero no decía nada. Para él era mejor así y para mí también, él me hace feliz. Fui a casa de Emily y Sam reímos y jugamos un rato pero siempre era lo mismo, llegando a casa recordaba que estaba sola y me felicidad caía hasta los suelos y me sentía triste otra vez. Lo extraño demasiado,  Lo quieres dijo una voz en mi cabeza y retire esa idea rápidamente

Subí a mi cuarto, me bañé, tomé un cambio nuevo, me coloqué mis jeans grises pegados y  una playera de manga hasta los codos azul marino estaba muy cómoda. Con mi pelo húmedo y suelto algo despeinado, cuando terminé baje por algo de beber. Escuche que tocaban la puerta,  pero aun no terminaba de servir el jugo, tome la botella y la guarde, casi corrí a la puerta, Jacob ya había llegado

— ¡Voy! — grité pero en lo que iba a abrí la puerta se me cayó el vaso en sus pies rompiéndose en pedazos — ¡Rayos, lo siento Jacob! — me agaché sin verlo y empecé a tomar los pedazos de vidrio para ponerlos arriba del más grande, una mano suave grande y pálida me detuvo, me paralicé en mi lugar.

No soy Jacob — me quede paralizada con los vidrios en la mano — deja  que te ayude — susurró sin decir nada más,  yo seguí sin moverme y sin levantar la vista, cuando me recupere recogí los últimos vidrios, aun sin verlo. Sabía que si lo hacía lloraría, me levanté y caminé a la cocina para tirar los vidrios No llores, por favor, todo menos eso Bella, cuando fui a buscar el trapeador, Edward ya lo tenía en sus manos y estaba limpiando el desastre de la entrada

Lo mire, él estaba a espaldas a mi Edward está aquí quería tirármele encima y llorar, pero tenía que ser fuerte. Rápidamente empecé a temblar y mordí mis uñas para controlar mi nerviosismo. Una lagrima traicionera salió de mi cara y la limpie rápidamente. Edward termino y dejo el trapeador afuera. Entro y le di una ojeada antes de volver a ver el suelo un mordiendo mis uñas. Se quedó en el marco de la puerta y sentí su mirada en mi ¡No llores Bella!

   Hola  — murmuró con voz ronca.

   Hola — contesté apenas en un susurro mientras seguía mordiendo mis uñas.

   Bella — me llamó pero no lo mire — ¿no piensas mirarme? — negué y de repente estaba llorando sin parar, trate de limpiarme y como no paraba me tape la cara, pero Edward fue más rápido y sostuvo mis manos evitando que me tapara, por fin lo mire a  la cara y toda la poca cordura que me quedaba, termino. Me tire a sus brazos y empecé a llorar.

   Edward — chillé — ¿por qué? — lo abracé más fuerte y escondí mi cara en su pecho. Sé que era patético, solo fue una semana, pero lo extrañaba, sentía como si fueran años, lo extrañe mucho. Él no se movió, se quedó inmóvil un momento, yo lo abracé aún más fuerte, no  lo soltaría por nada del mundo, sentía como si se fuera a ir de nuevo y no regresaría.

   Porque, que Bella –hablo por fin y correspondido el abrazo.

   Me dejaste — lo acuse —  yo no quise…

   Lo siento, pero yo no te deje Bella — me alejó para que lo viera a los ojos — tú me alejaste de ti — su cara estaba dolida y sus ojos eran vidriosos

   Pero, no me hablaste, no... nada — lloré de nuevo y volví a esconder mi cara en su pecho.

   No llores — susurró —  me pone triste verte así Bella.

   Pero es que te extrañe, te fuiste, solo te fuiste y no te vi, quise ir a verte, pero tenía miedo — él me frotaba la espalda en círculos. No me importaba si parecía otra cosa, solo decía la verdad, lo extrañaba — no me dejes.

   Bella, aquí estoy.

   No me dejes Edward.

   Bella, aquí estoy — me volvió a alejar y tomo mi cara delicadamente, limpiando mis lágrimas con sus dedos gordos — aquí estoy — yo asentí y sonreí aun llorando — ya no llores Bella.

   Edward, realmente lo siento, yo no quise que te enojaras conmigo, yo solo… eres mi amigo y te necesito — lo mire a los ojos, como extrañaba sus ojos verdes, eran tan pacíficos, algo muy raro me pasaba con él, pero no sabía que era exactamente.

   No tienes porqué disculparte, no me enoje — miro a otro lado.

   si lo hiciste, por eso no venias a verme, pensé que ya no me querías.

   Pero Bella, no era por eso, solo que tenías razón — trago en seco y miro la pared — también te extrañe — me aleje de él y la furia de repente corrió por mi cuerpo.

   ¡Pues entonces porque no venias a verme! — le grité llorando —  porque Edward, ¡si ya no quieres ser mi amigo dilo!  Lo golpeé en el brazo — ¡pero nunca me dejes así, nunca oíste idiota! –lo volví a golpear, el solo me miro y no hizo nada — eres el idiota más grande del mundo, ¡no me vuelvas a dejar! –lo seguí golpeando, pero a él no le hizo efecto alguno, se acercó a mí— NO, primero promételo Edward — le grite — promételo — ahora fue él el que me abrazo con su cabeza recargada en mi hombro, yo trate de zafarme, pero me rendí al sentir su brazos y volví a llorar en su hombro.

   Lo siento — dijo con voz aguda.

   No lo prometiste

   Te prometo que siempre seré tu amigo — mi corazón cayo en pedazos ante eso, él no quería prometer nada — ven — me jalé hacía la cama y nos sentó allí — solo hago lo que tu pediste, dejarte hacer tu vida — lo mire y pensé, un momento, este no era Edward, no era el Edward que yo conocía, era tan… diferente. Él era más aventado, mas engreído, ¿qué le estaba pasando?, no se veía más feliz, pero si se veía diferente, me estremecí, ¿qué le pasaba?

   Bueno, de acuerdo, yo lo pedí — lo miré y fui al grano — te ves diferente — toque su cara y pase mis dedos por sus ojeras, el cerro los ojos.

   No he podido dormir, tú sabes el estrés de la universidad.

   ¿Y Tanya? — pregunté como no queriendo la cosa.

   Estoy saliendo con ella  — aceptó aun con los ojos cerrados, pero sin ningún sentimiento en su cara, que bueno que la tenía cerrada no quería que viera mi cara de dolor y de disgusto.

   ¡Oh! ya es definitivo — asintió — ¿Desde cuándo?

   No tiene importancia Bella — realmente Edward estaba muy diferente, si no lo viera allí sentado juraría que no era el él que estaba hablando.

   ¡Bella! — Edward y yo nos levantamos rápidamente al oír gritar a alguien desde afuera — ¡Bella! — me asomé por mi ventana y ahí estaba Jake, mi sol personal, para alegrar mi día en su motocicleta esperándome abajo, sonreí, pero no pude evitar pensar dentro de mí que esta vez fue un momento inadecuado para aparecer.

   Jacob — sonreí — ahora bajo — él me miro y también sonrió, pero al parecer vio a Edward ya que su cara se puso confusa. Me volteé y vi su cara sin ninguna expresión.

   Para ser una persona muy lista, no sabes ver –susurro, yo no le entendí y me acerqué a él.

   No te vayas —ni siquiera me dejo pensar me acercó su cara el abrió los ojos y entre abrió los labios, yo vi sus labios un momento y también los entre abrí, me acerqué más y volteé mi cara para darle un beso en su mejilla, un beso que duro y me aleje lentamente — ¿Podrías esperarme? — antes de que contestara baje las escaleras corriendo, la abrí y ahí estaba mi Jacob, creo que también debería agradecerlo, hubiera terminado rogándole a Edward, que se quedara y eso no era ser amiga.

   Bella — grito y abrió sus brazos para que fuera abrazarlo, yo baje las pequeñas escaleras del pórtico y camine hasta él y le brinqué encima para abrazarlo, con mis manos en su cuello.

   Jake — él nos dio una vuelta y luego me bajo yo lo solté sonriendo — pensé que ya no vendrías, te habías tardado.

   Lo siento, es que te tengo una sorpresa.

   ¡Oh no sorpresas no Jake! — lo mire mal.

   Créeme, te encantara esta sorpresa.

   No lo creo.

   Es un regalo Bella y tienes que aceptarlo.

   Espero no sea algo caro y extravagante — él rio.

   No en serio, créeme no es algo extravagante  — lo miré confusa — después te lo daré — alguien tosió a mis espaldas y yo me volteé para ver a Edward con una cara que juraría que se le iba a aventar a Jacob — Cullen.

   Hola Perrito —tosió, Jacob como que se le iba a tirar encima pero yo lo abracé de la cintura para sostenerlo.

   Edward, compórtate — lo reprendí, me miro y camino a su volvo — ¿a dónde vas? — rápidamente solté a Jacob y caminé hacia él.

   Me voy — lo tomé de su brazo, era obvio que yo no lo detuve, pero él lo hizo — ¿Ahora que Bella? — al parecer el Edward anterior estaba regresando.

   Dijiste que no te irías otra vez.

   ¿Y que se supone que haga aquí? — dijo exaltado — no me quedaré para que se me suban las pulgas. No sé tú, pero deberías cuidarte.

   Vamos Cullen, dilo de nuevo — Jake caminó hasta nosotros con sus puños cerrados.

   Por favor Jacob, tú se maduró — lo miré a los ojos y se relajó un poco.

   ¡Ah! ahora soy inmaduro — Edward me miro enojado.

   Pues al parecer si ¿Por qué tratas a Jacob así?

   Como ya te dije, eres una persona muy inteligente, como para no ver — de nuevo dijo esa frase y de nuevo no entendí, acaso Jacob lo molestaba, claro ellos se odiaban, pero… ¿tenía algo más que ver?

   Explícate.

   Ya lo he demostrado — y sin más subió a su volvo y se fue en el — yo me quede viendo cómo se marchaba y unas lágrimas salieron de mi cara ¿Qué nos pasó? De ser los mejores amigos y siempre estar juntos a que él no me quiera ni ver, tal vez Tanya empezaba a meterle su veneno, No, porque a mi Edward, no es que fuera mío, pero si él es mi amigo

-Bella –me llamo Jacob, me limpie las lágrimas y volteé a verlo con la mejor sonrisa que pude poner.